La primera galería que voy a compartir con vosotros es Myanmar, a la que podéis acceder desde aquí. Myanmar, Birmania para los amigos, es un país muy atípico del sudeste asiático. Ubicado entre los ultrapoblados India y Tailandia, Myanmar resulta un remanso de paz en la zona.
Se trata de un país altamente tradicional, aferrado a sus raíces más profundas, y sin embargo, ampliamente hospitalario con el visitante, consciente de que su superviviencia pasa por el turismo, y donde todo el mundo aguarda con una sonrisa de oreja a oreja. Y no solo eso, un país donde el turista puede pasear de madrugada por cualquier lugar sin miedo, propio de una capital europea.
Una de las características más llamativas es que hay casi un millón de monjes, una cifra astronómica en un país con 53 millones de habitantes. Los monjes pasean por los mercados recolectando los donativos de ciudadanos y comerciantes, o lo que es lo mismo, comen cuanto quieren y se les antoja, y por supuesto disponen de la última tecnología en móviles. ¿No tienes empleo y pasas hambre? En Myanmar la solución es sencilla, entrar a monje, ya que pueden casarse, tener hijos y realizar vida social, y la salida es posible en cualquier momento.
Otro hecho llamativo es que los templos y las pagodas no solo están repletas de urnas con miles de billetes (hasta el punto de que hay problemas por la falta de efectivo en billetes pequeños debido a esta práctica masiva), sino que en muchos sitios se depositan directamente sobre las imágenes de Buda o en otros lugares, sin miedo a que nadie pueda hacerse con ellos de forma indebida.
En resumen, he seleccionado algunas de las mejores fotografías del viaje, con las que espero os podáis hacer una mejor idea, al menos visual, de lo que es hoy Myanmar.
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